
En Somalia, un tribunal islámico condenó ayer a un adolescente a la pena de amputación de la mano derecha por robo. También en Somalia, hace una semana la milicia musulmana de Al-shabad, abatía a tiros a un adolescente que huía de una mezquita donde era obligado a rezar.
Ayer, en una población situada en la región de Galgudud, un adolescente fue condenado en aplicación de lo establecido en el Corán, a la pena de amputación de la mano derecha. El castigo, por tener un carácter didáctico y ejemplarizante, se llevó a cabo públicamente.
En abril de 2010 se aplicó la misma medida punitiva a Shine Abucar Hassan, acusado del robo de un colchón. Cuatro varones de entre 18 y 24 años de edad, sufrieron la amputación de mano derecha y pie izquierdo, en junio de 2009. En este caso, la práctica de las amputaciones se dilató durante más de una hora, y se efectuó ante unos 300 espectadores.
Otra víctima de la justicia islámica somalí fue Mohammad Omar Ishmael, de 30 años de edad, a quien en mayo de 2009 le cortaron la mano derecha por presunta apropiación de lo ajeno. Su caso tuvo mayor difusión en su momento por existir documentación gráfica.
Aunque se afirma que la milicia de Al-shabad hace una interpretación equivocada del Corán, hay suras que no requieren ninguna exégesis, por ser su contenido de una claridad meridiana:
“Al ladrón y a la ladrona, cortadles las manos como retribución de lo que han cometido, como castigo ejemplar de Ala. Ala, es poderoso, sabio”. Corán, sura 5 aleya 38.
Pero, los terroristas de Al-shabad, además de amputar miembros, lapidar a los adúlteros y exterminar a la pequeña comunidad cristiana, también secuestran a niños con el objeto de convertirlos en futuros soldados de Alá.
El pasado viernes, uno de esos reclutas forzados adolescentes llamado Ural, fue abatido a tiros cuando intentaba escapar de la mezquita en la que era obligado a rezar. Otro joven, que acompañaba a la víctima en la huída, logro finalmente ponerse a salvo.
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