
Palmas, cánticos y una ferviente alegría retumban en todos los templos católicos hoy Domingo de Ramos. A lo largo de los distintos países de tradición católica, diversas manifestaciones populares conmemoran la entrada de Jesucristo en Jerusalén y, en la mayoría de los casos, dan comienzo a las procesiones de Semana Santa, reseña La Verdad.
El obispo de la Diócesis de Cabimas, monseñor William Delgado, detalla que este día da inicio al misterio Pascual. “Vemos cómo Jesús pasó su vida pública en otros lugares, pero culminó en Jerusalén. Jesús tiene como una especie de fama y al llegar al lugar es recibido como el hombre de las obras grandes. Ese mismo pueblo que grita &39;bendito el que viene en Nombre del Señor&39; y &39;Hosana&39; es el mismo pueblo que más adelante grita “crucifícalo” ante la pregunta de Poncio Pilato”.
Agregó que los fieles guardan el signo de la palma como un objeto religioso que se bendice ese día y recuerda que “somos cristianos”. “Las palmas son un signo; deberían ser ramas de olivo que para entonces fue así, pero aquí es una planta que no es común. Por lo tanto, simbólicamente una palma significa alegría y aclamación.
Es el comienzo más emotivo y sentido de la llamada Semana Mayor. Se recuerda el inicio de una vida espiritual que entró por la puerta de cristiandad del pueblo de Dios. Las catedrales de cada localidad son el epicentro religioso de esta gran celebración. Grandes y pequeños se unen con júbilo para aclamar al “Hijo de David”.
Gozo litúrgico
En este día se une el triunfo de Cristo -aclamado como Mesías por los habitantes de Jerusalén y revivido con la procesión de las palmas – y el anuncio de la pasión, con la proclamación de la narración litúrgica en la Misa. Los ramos no son una especie de talismán o un simple objeto bendito, sino el signo de la participación gozosa en el rito procesional.
Este domingo tiene un doble carácter: de gloria y de sufrimiento, que es lo propio del Misterio Pascual. San Lucas no habla de olivos ni palmas, sino de gente que iba alfombrando el camino con sus vestidos, como se recibe a un Rey, gente que gritaba: “Bendito el que viene como Rey en nombre del Señor”.
Para el sacerdote Jesús Colina, párroco de Santísimo Cristo de San Francisco, la celebración de la semana santa debe ser un tiempo de recogimiento y salvación espiritual. “Es por eso que se inicia con una fiesta y se termina con otra: domingo de ramos y domingo de resurrección respectivamente. Debemos encaminarnos hacia esa cruz para morir y resucitar con Jesucristo”.
Todo listo en la Basílica
Leopoldo Márquez. Todo está listo para la celebración del domingo de ramos. Luego de un largo viaje desde la Sierra de Perijá, ayer llegó a la Basílica de Chiquinquirá el lote de palma real que los feligreses zulianos utilizarán mañana para conmemorar la llegada triunfal de Jesús de Nazaret a Jerusalén. Eleuterio Cuevas, párroco de la basílica, comentó que las palmeras son procedentes de una donación que realizan hacendados perijaneros a la Chinita, las cuales son traídas desde El Tocuco.
Desde las 7.00 de la mañana, los diferentes grupos de apostolado de la basílica se concentraron en el patio de la iglesia para realizar la ya tradicional limpieza de las palmas. Mariano Amaris, señaló que cada palmera es deshojada. Luego pasan por un proceso de limpieza hasta que finalmente las amarran para regalarlas en la eucaristía de hoy. Las palmeras que fueron limpiadas la mañana de ayer, serán entregadas a las iglesias del casco central de Maracaibo como: Santa Bárbara, Santa Lucía, La Catedral, entre otras.
Materia prima de las cenizas
La ceniza que se utiliza el Miércoles de Ceniza, es la incineración de las palmas que se distribuyen el domingo de ramos el año anterior. Comúnmente sobran palmas o los sacerdotes deben guardarlas. Es una tradición que une un año tras otro a las prácticas iniciales de la Iglesia.
Palmas de la Sierra
En Maracaibo las palmas son traídas de la Sierra de Perijá, donde son tratadas con anticipación por un personal que labora en esas tierras. Ellos las cortan y posteriormente un grupo de personas, que sale desde la Curia Arquidiocesana, las retiraran del lugar. Son trasladadas a la sede de la Catedral y ahí son limpiadas y organizadas. En la Costa Oriental del Lago (COL) cada sacerdote se responsabiliza de sus palmas. Hay estados donde un grupo de personas se encargan de buscarlas y las venden a las parroquias unos dos o tres días antes.
Rutas de Procesión
En Maracaibo los actos centrales se realizan en la Catedral metropolitana de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, ubicada en el casco central de la ciudad, a las 8.00 de la mañana. Los asistentes deben concentrarse frente a la Plaza Bolívar donde el que preside, en este caso el arzobispo Ubaldo Santana, bendiga las palmas e inicia la procesión. Llegan a Catedral donde se oficia la Santa Misa. Mientras que en Cabimas, los fieles se congregan desde las 7.00 de la mañana en la avenida principal del Casco Central para iniciar los ritos y distribuir las palmas. El recorrido de la procesión culmina en la Catedral de Cabimas Nuestra Señora del Rosario donde preside monseñor William Delgado.
Los palmeros de Chacao
Los Palmeros de Chacao, área Metropolitana del país, son herederos de una tradición que data de 1770, cuando el párroco José Antonio Mohedano, ante la recurrencia de la peste de la fiebre amarilla que azotaba el valle de Caracas, quiso solicitar clemencia a Dios con una promesa y envió a los peones de las haciendas cercanas a la montaña -Hoy Parque Nacional El Ávila-, a buscar la palma real, evocando el pasaje bíblico de la entrada de Jesús a Jerusalén. Hoy en día los palmeros suben el Viernes de Concilio – anterior al Domingo de Ramos- y bajan al día siguiente cargando las palmas que serán benditas en la misa del domingo de ramos. Sus miembros tienen entre cinco y más de 80 años. Uno de los palmeros de Chacao es el propio alcalde Leopoldo López.
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