Gradas vacías en Quisqueya

Dos constantes en los dos primeros días de la Serie del Caribe del 2012: Dominio del pitcheo y miles de asientos vacíos en el estadio Quisqueya.

Apenas siete carreras fueron anotadas en los dos primeros partidos de jueves y nueve en los del viernes en el clásico caribeño que enfrenta a los campeones de los torneos invernales de México (Yaquis de Ciudad Obregón), Puerto Rico (Indios de Mayaguez), Venezuela (Tigres de Aragua) y República Dominicana (Leones del Escogido).

TLa explicación para el primer asunto podríamos atribuírsela a las grandes dimensiones del legendario parque dominicano, la dirección del viento en estos días de febrero y la calidad de los lanzadores que vinieron a la serie.
La segunda está directamente relacionada, mayormente, a los elevados precios de los boletos (entre $5 y $70 dólares en ventanilla del parque, aunque el dominante mercado negro es que realmente dicta los costos reales). Antes de emitir algún juicio, sepan que el salario mínimo para un empleado público en República Dominicana ronda los $130 dólares mensuales y el salario promedio es de $220 dólares cada cuatro semanas.

"La Serie del Caribe tiene problemas? Dominicana es un tremendo país de béisbol y no veo fanáticos", escribió en su cuenta de Twitter el manager venezolano Ozzie Guillén (@ozzieguillen) mientras veía el partido del jueves entre Escogido y Ciudad Obregón.

"El béisbol es un deporte de familia. Tengo tres hijos y normalmente los llevo al estadio en el torneo local. Sin embargo, para traerlos a la Serie del Caribe, solamente en boletos, tendría que pagar exactamente mi sueldo quincenal. Una locura", dijo Ronny Fermín, de 35 años, mientras veía el partido entre Dominicana y México en la televisión de una bodega adyacente al estadio Quisqueya.
"Me gusta ver los partidos en vivo, pero los precios han obligado a que grupos de amigos se encuentren en negocios públicos a ver la serie por televisión, mientras nos bebemos un par de cervezas", agregó Fermín.

El gran ausentismo del fanático local ha provocado un extraño fenómeno. La algarabía de los seguidores de México y Venezuela superó con creces los intentos de celebrar de los fanáticos del Escogido, que tiene las manos atadas para resolver el problema, ya que la Serie del Caribe es manejada por una empresa promotora independiente de la Liga Dominicana y sus clubes afiliados.

La abundancia de asientos vacíos, especialmente en los puntos más populares y económicos, ha opacado la competencia en el terreno entre las conversaciones más populares de aficionados, dirigentes y periodistas. Incluso, el equipo dominicano se quejó de lo que considera una vergüenza nacional.

"Me da mucha pena, me da mucha vergüenza con nuestros fanáticos", dijo José Miguel Bonetti, vicepresidente de Leones del Escogido, sobre los altos precios de las boletas en la Serie del Caribe.

"Lo que le gusta al dominicano es asistir a sus juegos, escuchar la música, disfrutar el ambiente. No tengo cara para ver a los fanáticos y decirles que no puedo hacer nada. Es una pena", dijo Bonetti.

En mi cuenta de Twitter (Enrique_Rojas1) solicité a los aficionados que emitieran sus opiniones para tratar de cubrir la mayor cantidad de los factores que inciden para que un gran evento regional como la Serie del Caribe no reciba más apoyo en un país en el que el béisbol más que un deporte es una pasión, casi una religión. Las mejores respuestas:

"Es simple. Mientras un asiento de un juego bueno de la Liga Dominicana cuesta 700 pesos (menos de $20 dólares), un juego malo de la Serie del Caribe cuesta 70 dólares", dijo Víctor Díaz (@vjdiazdo).

"El precio en dólares, muchas personas le huyeron a que hayan sido valorados de esta forma los tickets.Moustro Verde en papel", dijo Denise Lendor (@Denise_Iverde). "Precios altos, Escogido no arrastra público, falta de jugadores estelares, pobre marketing", dijo Saulio Reyes (@saulior).

"Mis fanáticos no están aquí. Aquí los que hay son mexicanos y venezolanos, es más deberían poner los juegos de República Dominicana a primera hora, cuando al menos dejan entrar niños de escuelas", apuntó Bonetti. "Hay que regalar boletas. De lo contrario seguiremos siendo visitantes contra todos los equipos", agregó el ejecutivo del campeón quisqueyano.

Bonetti dijo que espera que las cosas mejoren el sábado, cuando se enfrentan por primera vez los dos grandes rivales caribeños, República Dominicana y Puerto Rico. Pero ni ese promisorio panorama lo hizo bajar la guardia en sus reclamos.

"Hay que regalar boletas. De lo contrario seguiremos siendo visitantes contra todos los equipos", dijo.

Via:Enrique Rojas //EspnDeportes.com